jueves, julio 28, 2005

¿Y qué harás por las noches? -preguntó la ratita-

Siempre he tenido la sensación de que durmiendo se pierde el tiempo, me acuesto con la idea en la cabeza de que podría aprovechar ese tiempo para hacer cosas. Y no es que no me guste dormir; cuando dejas de tener algo, empiezas a valorarlo más. Me cuesta la misma vida madrugar, pero aún sabiendo que por la mañana me voy a arrepentir, cualquier motivo es bueno para no acostarme. Tengo la absoluta convicción de que las horas que se duerme por la mañana se aprovechan mejor; siendo la misma cantidad de doce a ocho, me cunde más dormir de dos a diez, me levanto más descansado.

Pero para mí el dormir no tendría ningún atractivo si no fuese por los sueños.

jueves, julio 21, 2005

El cuarto oscuro

-¿Ya?
-No

-¿Yaaa?
-Nooooo

-¿Yaaaaaaaaaaaa?
-Que noooooo

-¿Ya?¿Ya?¿Ya?
-Nooooo

-¿Yaaaa?
-Sí, ya puedes.
-Vooy

miércoles, julio 20, 2005

Cosas que hacer en un semáforo en rojo

(De la serie "Cosas que hacer...")

Entre las prisas, el aburrimiento y la impaciencia, amparada en la falsa sensación de privacidad que da el habitáculo de un coche, la gente se suele entregar a las más variopintas actividades cuando la luz roja no permite pasar. A destacar, los grandes clásicos: para ellas, peinarse o maquillarse y para cualquiera -un poco marrano, eso sí- hacer prospecciones nasales en busca de mucosidades pegajosas. Hay quien mira o usa el móvil, ojea algún periódico o toma notas en una agenda.

No es que me las quiera dar de original (porque ya sé que lo soy y no me hace falta) pero yo hago otras cosas, por ejemplo apuntar grupos que oigo en la radio para no olvidarlos y descargarlos al llegar a casa (venga, que pongo los últimos por si le interesan a alguien: Stars - Set Yourself on fire, Roisin Murphy - Ruby Blue.) Otras veces me pongo a cantar a voces la música que lleve, claro que para eso no hace falta parar en un semáforo, pero para bailar o aporrear el volante como si fuese una batería, sí.
El colmo es ya cuando tengo que bajarme a cerrar el maletero; que eso seguro que no lo haces tú.

Y si hay muchos coches alrededor, me gusta mirar a la gente que va en ellos. Luego, a veces, pasa lo que pasa, pero eso es parte de la diversión. La pena es que las probabilidades de volver a coincidir con el mismo coche en el mismo semáforo son más que remotas.

lunes, julio 18, 2005

Personajes para una obra de teatro grotesca

El sábado por la noche iba la cosa bien hasta que fuimos al bar más aburrido que podría haber abierto. Estábamos tan apáticos que no nos tomamos nada porque había que pedir en la barra y ninguno nos queríamos levantar. Hicimos un intento, ya que nadie se arrancaba; había sobre la mesa unos papelillos doblados y decidimos sacar uno cada uno a ver a quién le tocaba ir a pedir. Para nuestra sorpresa, los papelillos eran una colección de personajes para una obra grotesca: el policía malandrín, el asesino princesa mora, el capullo transeunte alfeñique, la prostituta mala pécora y ja ja ja me río de ti que no te ha tocao na Tamara.

¿Algún voluntario para escribir el guión?

miércoles, julio 13, 2005

Espías

Tras largos años de experiencia en los servicios secretos, además de correr miles de aventuras, cumplimentar misiones arriesgadas, segregar adrenalina en situaciones extremas, sudar polvo y contraer conjuntivitis, he adquirido unos conocimientos muy útiles en algunos casos para la vida normal y cotidiana.

Podría contaros cómo nos adiestraban para beber sin límite y no emborracharnos, pero entre que el sueldo medio del espía no da para pagar muchas copas y que todos bebemos para lo que bebemos, no le encuentro interés. También nos formaron en cómo tener contactos con agentes enemigas y no dejarnos seducir por ellas de ninguna manera -aunque parewciese que sí- para no desvelar información confidencial en algún momento de debilidad calzonacil, pero esa semana falté a clase y nunca me llegué a enterar bien.

Otro conocimiento de utilidad a compartir podría ser cómo desbloquear el PIN de un móvil, pero resulta que no recuerdo dónde tengo apuntado el de mi teléfono, así que no podríais llamarme para preguntar.

Pero para que no os vayáis de vacío tras leer este texto de hoy, os voy a contar métodos para saber si alguien ha estado hurgando en vuestras cosas.

  • Colocando varios trozos de terrones de azúcar debajo de la alfombra sin hacer un bulto notable podréis saber si alguien ha estado allí si los encontráis aplastados.
  • Para comprobar si han abierto los cajones, cerradlos perfectamente alineados pero sin meterlos hasta hacer tope dejándolos algunos milímetros fuera.
  • Un pelo pegado con saliva desde el marco a la puerta del armario puede advertirnos si alguien ha fisgoneado dentro.
  • Un granito de arena o sal sobre la tapa de un libro, diario u ordenador portátil se caerá si son abiertos.
  • Un poco de talco cuidadosamente colocado sobre las teclas de un ordenador podrá delatar que haya sido usado por manos no autorizadas.
  • Una moneda en el forro de la tapa de una maleta se deslizará hacia el extremo de las bisagras en cuanto alguien trate de mirar en el interior.

Espero que os sean de utilidad, mis aprendices de Perry Mason.


Nota del autor: Sé perfectamente que Perry Mason no era espía, sino detective.

lunes, julio 11, 2005

Tabasco

A determinadas comidas me gusta que se les de un punto de pique, pero no demasiado como para echar a perder el plato y no poder disfrutar de él. La gente aficionada al picante argumenta que éste lo que hace es abrir las papilas gustativas, de manera que se captan los sabores con más intensidad.

Este verano el sol irradia más furibundo e implacable, quizá haciendo buenas las teorías catastrofistas del calentamiento global y de la destrucción de la capa de ozono; y los rayos ultravioleta -esos que atraviesan las nubes en los días cubiertos en los que se pasa menos calor y uno inconsciente y agradado se expone más- nos fríen sin piedad.

Soy un puto gusiluz, soy la Antorcha Humana sin fuego y sin vuelo, soy un cangrejo a la plancha.

Tengo la piel hipersensibilizada y cualquier contacto es incrementado exponencialmente. Es fastidioso recibir un palmetazo en la espalda, pero por contra el agua fría de la ducha incide como un masaje de un erizo con púas de terciopelo, y un escalofrío provoca otro escalofrío.

Cualquier cosa que me pase me afecta muchísimo más. Pero sólo en lo que concierne a la piel.

viernes, julio 08, 2005

Tupperware

Un día por la mañana el señor Earl Tupper tuvo la feliz idea de inventar un recipiente de plástico con la tapadera abombada para hacer el vacío al cerrarlo. Por lo visto la idea fue bastante buena, porque a ver quién no tiene uno de esos en su casa.

Pero lo más maravilloso del asunto no es que un tipo se forrase con una idea que se le pudo haber ocurrido a cualquiera pero que sólo se le ocurrió a él, sino las famosas reuniones para venderlos.

No sé yo si eso existe de verdad o sólo es ficción cinematográfica, pero esas reuniones y las de "Avon llama a su puerta" tienen algo de especial. Por una parte está la que vende o trata de vender, que es una virguera del asunto. Muestra todos los tipos de recipientes con miles de formas para los distintos usos, de colorines, lavables en el fregaplatos y aptos para el microondas. Luego está la entusiasta que mira con los ojos desorbitados cada movimiento que la vendedora hace como si fuesen trucos de magia y que la semana anterior compró una aspiradora, una enciclopedia y un aparato para hacer abdominales. Y también podemos encontrar a la escéptica, la que rebate cada aportación de la sacerdotisa de la secta; como los personajes más extremos. Del resto que hace de relleno no merece la pena hablar.

Y sí, puedo decir que son prácticos esos caharritos, pero hay dos cosas que no me gustan nada de nada de ellos: Una es tenerlos que fregar a mano, porque siempre parece que les queda grasa. Y la otra guardarlos, porque por muy estudiados que estén los diseños y que en teoría encajen unos con otros, terminan abalanzándose encima de uno cuando abre la puerta del armarito donde se guardan.

jueves, julio 07, 2005

Un par de enlaces para gente creativa

Como hoy no me siento ocurrente, voy a dejaros dos enlaces, para que tengáis algo que leer.

El primero es sobre las aventuras y desventuras de una persona intentando autoeditar un disco al margen de la SGAE.

El segundo es una animación que explica qué son los Creative Commons

Que os sean de provecho.

lunes, julio 04, 2005

El día del salto mundial

¿Te preocupa el calentamiento global?¿Te trae de cabeza que te vas a quemar más de la cuenta este verano en la playa por que se ha agrandado el agujero de la capa de ozono? Pues hay solución.

Según unos expertos que han desarrollado un estudio científico (¿Os habéis fijado que nunca dicen qué expertos son y que los estudios los hacen en unas universidades muy raras?) hay una solución para eso. Es tan fácil y tan simple como alterar la órbita de la Tierra.

Bien ¿y cómo se altera la órbita de la Tierra? Pues es muy sencillo. Sólamente hay que dar un saltito en el momento adecuado dependiendo del lugar del globo en que te encuentres. Para saber qué día y a qué hora tienes que saltar, pica aquí

De momento hay ya 195.475.921 personas apuntadas. ¿Conseguirán convencer a las 600.000.000 que hacen falta?¿Será que resulta?¿Se apuntará más gente de la cuenta y descarrilará el planeta?

sábado, julio 02, 2005

Viajar en tren

Para empezar podríamos decir algo que por obvio se pasa por alto y no es menos cierto; en tren se viaja con las ruedas en el suelo y no flotando entre las nubes.

Tiene de bueno que te lleva, aunque ha de ser por los raíles sin ningún tipo de excepción ni posibilidad de improvisación. Te lleva, por lo que no tienes que preocuparte de manejar y puedes ocuparte de otros menesteres. Como transporte público colectivo, puede ser agradable hacer vida social, conocer gente, relacionarte o tener una inmersión cultural si viajas por el extranjero.

Mas hay que tener en cuenta algo muy importante, que el tren tiene su horario y sus paradas; hay que estar en el momento adecuado y saber que el mismo tren no pasa dos veces.