Poltergeist
Siempre me han maravillado los objetos inanimados con vida propia. No me refiero a los ordenadores, sino a cualquier cosa inerte con voluntad o movimiento de naturaleza no sólo desconocida sino oscura.
Particularmente, en estos días que corren, me trae de cabeza el mecanismo de cierre del portón del maletero de mi utilitario. Como si una mano invisible con una llave maestra la accionara, la cerradura se abre y se cierra a capricho en el momento más insospechado. Otras veces este ente misterioso se esconde en la paquetera y desde dentro no me deja abrirla.
He de confesar que si no del todo miedo, un cierto respeto sí me inspira. Así, hasta que lo lleve la semana que viene a exorcisar, no me atreveré a levantar las alfombrillas, vaya que me encuentre caras como las de Bélmez.
Particularmente, en estos días que corren, me trae de cabeza el mecanismo de cierre del portón del maletero de mi utilitario. Como si una mano invisible con una llave maestra la accionara, la cerradura se abre y se cierra a capricho en el momento más insospechado. Otras veces este ente misterioso se esconde en la paquetera y desde dentro no me deja abrirla.
He de confesar que si no del todo miedo, un cierto respeto sí me inspira. Así, hasta que lo lleve la semana que viene a exorcisar, no me atreveré a levantar las alfombrillas, vaya que me encuentre caras como las de Bélmez.
1 comentarios:
Jajajaja...Yo tenía una tele que se encendía sola ;-))
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio