sábado, marzo 05, 2022

Parchís estratégico. Propuesta de juego.

 Raro es encontrar a una persona mayor que un adolescente que no conozca y haya jugado alguna vez en su vida al parchís. Un juego que es en parte de azar: los movimientos están determinados por la puntuación obtenida al lanzar un dado, y estrategia: el jugador decide qué ficha mover y qué riesgos asumir.


Llevo un tiempo dándole vueltas a la idea de suprimir el aspecto azaroso de este juego. La idea está en suprimir el dado y otorgar a cada jugador el número de puntos necesarios para llevar a todas sus fichas fasta la meta.

Dado el número de casillas que tiene el tablero, se necesitan exactamente 71 puntos para llevar una ficha desde la salida hasta la meta. Como son 4 las fichas de cada jugador, se necesitarán 284 puntos para terminar el juego.

Manteniendo todas las normas habituales del juego, consideraremos que se necesita un 5 para sacar cada ficha (aunque las dos primeras salen de una vez) por lo que se necesitarían 15 puntos más. También se observa que una vez sacadas las 4 fichas, cada 6 cuenta como 7 puntos, por lo que de cada uno se obtiene un punto extra.

Añadiendo que se obtienen 10 puntos extra por cada ficha que llegue a la meta, podemos considerar que con 294 puntos se debería poder finalizar la partida. 

No se considera para el cómputo de los puntos necesarios, aunque es parte del juego, que se avancen 20 casillas al comer a una ficha de otro jugador.

¿Y de dónde sale este número? Veámoslo.

Una serie completa de tiradas de un dado son 21 puntos: 6+5+4+3+2+1.

284 no es divisible entre 21, por lo que con 13 series tendríamos 273 puntos y con 14 los 294 que se proponen. (Se están dando 10 puntos extra).


La nueva mecánica del juego funciona a partir de esta tabla en la que están las 14 series de 21 puntos.

Una vez establecido el orden de los turnos, en cada jugada, cada jugador anunciará la ficha que quiere mover y el número de puntos que avanzará, tachando de su tabla la puntuación utilizada. Se seguirá esta dinámica hasta que un jugador gane -lleve sus cuatro fichas a la meta- o todos se queden sin puntos en sus tablas.

Como se ha dicho, se mantienen las reglas ordinarias del juego, por lo que habrá que empezar con un 5 para sacar las fichas. 

En adelante, si se juega un 6, se podrá hacer un segundo movimiento, pero de ser otro 6, no se podrá hacer un tercero. En el caso de tener las cuatro fichas en juego, se moverán 7 casillas con cada 6. También habrá que tener en cuenta que no se podrá mover un 6 y mantener una barrera cerrada, será obligatorio abrirla en primer lugar, como en las normas del juego habitual.

Pero como esto se trata de un concepto teórico que no ha sido puesto en práctica, se ofrece una solución alternativa aplicable al caso en el que todos los jugadores agoten sus puntos de movimiento y ninguno haya llevado todas sus fichas a la meta. En ese caso, se dará como ganador al que le falten menos puntos para terminar el recorrido de sus cuatro fichas. Es decir, no gana el que más fichas tenga en la llegada sino el que necesite menos puntos para terminar de llevar todas sus fichas.

Por último, me gustaría pedir a todo aquel que se anime a jugar de este modo que deje algún comentario con el resultado de la experiencia.


jueves, octubre 28, 2021

Los de inglés nos comen por los pies.

 Hace unos días, jugando con mi hija a un juego de preguntas, le tocaba contestar quién es el patrón de Irlanda. Sin vacilar un instante me contestó correctamente que es San Patricio. Le pregunté que cómo lo sabía y me dijo que lo había aprendido en clase de inglés. Luego, para confirmar algo que ya intuía, le pregunté por el patrón de España, pero en este caso no supo responder como veía venir.

Es perfectamente comprensible que en la enseñanza de un idioma, se enseñe también la cultura que hay alrededor del mismo, de manera que se aporte un contexto. Pero la situación va más allá cuando gran parte de la aportación está relacionada con festividades.

Todavía muchos recordamos cuando lo normal en todas las casas era que los regalos de Navidad los trajesen los Reyes Magos, aunque ya en mi generación había algunos que los tenían por partida doble, pues también los recibían el 25 de diciembre de manos de Papa Noel. Esta figura poco a poco se ha ido introduciendo en nuestra cultura hasta el punto en que es prácticamente la imagen más icónica de la Navidad, desde el propio personaje hasta su atuendo o sus colores, aunque sobre esto último hay opiniones enfrentadas.

La siguiente festividad que nos han colado en el calendario hasta el punto en que hay personas mayores de edad que la consideran "de toda la vida" es Halloween, a la que se apuntan incluso adultos hechos y derechos.

Se puede entender que la convergencia de dos situaciones facilitan estas intromisiones. Me refiero, por un lado, a la pérdida del trasfondo de las celebraciones religiosas. ¿Quién sigue celebrando su santo?, por no mencionar las primeras comuniones por lo civil o la devoción hacia las imágenes sin profesar ningún culto. Y por otro que todas estas fiestas de importación coinciden y compiten contra las nuestras. Y claro, ante el atractivo de más regalos o de una fiesta de disfraces -tampoco se libran estas fiestas de haber pedido su referente- es fácil que sobre todo los más jóvenes se decanten sin ninguna duda por ellas.

Si seguimos con esta dinámica terminaremos por comer pavo por acción de gracias, aunque no tendremos ni idea de a quién tendremos que dárselas.


viernes, octubre 16, 2015

Formas de expresar "mucho"

Muchísimo
Todo
Infinitamente
Como un dinosaurio
Sin fin
Torrencialmente
Catorce
Un mol
Un universo
Todo el tiempo
Absolutamente
Por arrobas
El gordo
Por palés
Mastodónticamente
Un quintal
Un manso
Un potosí
Copiosamente
Profusamente
Nutridamente
En bruto
Ktir
Un huevo
En enormes dosis
Caudalosamente
Con horror vacui
Cuantiosamente
En formato ahorro
Muchísimamente
Astronómicamente
Desbordantemente
Años luz
Descomunalmente
Mayúsculamente
Ciclópeamente
Un internet
Un google
Enormemente
Un alud
Por un tubo
Mogollón
A go-gó
Rebosantemente
De todas las maneras
Inconmensurablemente
Sin fin
Globalmente
Un festival
Un puñado
En abundancia
Mil
Incontablemente
Una barbaridad
Un porrón
A raudales
Un tacazo
Un montonazo
Extraordinariamente
Ilimitadamente
Masivamente
Una hartá
Inmensamente
A espuertas
Tela cantidad
Un montón
Un taco

Pues eso es todo lo que te quiero.

viernes, marzo 20, 2015

Mi guitarra eléctrica

Hay cosas que encuentro fundamentales en mi vida y busco que formen parte de ella cada día. Y una de ellas, posiblemente la más importante, sea la música. Horas y horas de canciones han viajado conmigo y en cada momento en que puedo, hay alguna sonando.



Pero no sólo me gusta escucharla, sino que también disfruto y casi que más, haciéndola mía. La música de los demás y la mía propia. Y para eso sólo me faltaba tener una guitarra. Aquí la tengo.



Mi guitarra eléctrica es como una vieja amiga.
No puedo explicarlo, pero la qiuero.
La música en mí me hace sentir tan bien.
Con mi guitarra eléctrica voy a todas partes. 
Es mi amante, es mi relación...

My electric guitar. The Wife & The Husband.

sábado, febrero 21, 2015

Reflejo sin persona


Hay seres fantásticos y mitológicos que por alguna situación azarosa y malventurada han perdido el reflejo. No pueden verse en los espejos. No hay nada al otro lado del cristal cuando pasan por delante. Pero ese no es mi caso, sino todo lo contrario.

Esta es una situación absolutamente insólita. Y es que sin ninguna explicación, sin ningún razonamiento físico que lo pueda aclarar, sin motivo aparente ni razón alguna, me he convertido en un reflejo sin persona. Sí, en una imagen encerrada en un espejo que no se corresponde con nadie del otro lado. Atrapado en un mundo bidimensional que, en realidad, ni siquiera existe. Sólo es una copia invertida de lo que de verdad existe.

Y lo peor de todo, no sé cómo solucionarlo, cómo hacer para salir de aquí.



jueves, enero 29, 2015

Miedo

"Era muy extraño que el viejo Zachariah hablase de su pasado. A veces, detrás de la melancolía que nunca abandonaba a sus ojos, aparecía un extraño brillo que nunca conseguí interpretar.
Hablaba sobre su dura juventud durante los años de esclavitud en Luisiana, sobre las duras condiciones en la que los esclavos como él vivían.
Miedo. Esa era la sensación permanente. Miedo al látigo y al capataz, miedo a no saber si iba a sobrevivir a una dura jornada más. Pero lo verdaderamente sorprendente era el miedo a ser libre.
Trabajo, trabajo y más trabajo. Cadenas y látigo, dolor. Pero miedo de no saber qué habría más allá de eso y de no atreverse a averiguarlo."


Extraído con permiso de "Aves de interior". Por James P. Oldtown.

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lunes, diciembre 15, 2014

"Bolsas de dinero"

Si hay algo en grandes cantidades en internet son mentiras, bulos y engañifas. No tiene ninguna gracia cuando se hacen para propósitos oscuros como robar o aprovecharse de la gente o su buena voluntad, pero hay otros que, me imagino, se harán por mero entretenimiento.

Los del primer tipo son difíciles de detectar, supongo que es la gracia del asunto para que cuele. Pero de esos no voy a tratar.


Los del segundo tipo son divertidos de detectar y desmontar. Y hoy mismo me he entretenido un rato en argumentar para echar por tierra uno de ellos. Lo pongo aquí:


A continuación, el texto con el que se desacredita el bulo:


 Para que suceda eso, tiene que ser que el día 1 caiga en sábado, para que el 31 sea lunes, cosa que, para empezar, este año no ha pasado. 
Pero ya que estamos, sigo el razonamiento: 
Cada año tiene 365 días, esto es 52 semanas y un día, cosa que hace que los días de los meses caigan un día a la semana después que en el año anterior: Es decir, que si este año el 1 de diciembre ha sido lunes, el año que viene será martes.  
Pero esto tiene una salvedad: cada cuatro años, uno es bisiesto y tiene 52 semanas y dos días, por lo que en el año siguiente, el día del mes estará dos días avanzado en la semana respecto al año anterior. 
Si no hubiese años bisiestos, esta disposición de días se repetiría cada siete años. pero habiendo años bisiestos, este periodo puede ser inferior -porque con los bisiestos se adelantan dos días- o superior en el caso en que el año siguiente al que caiga el 1 de diciembre en sábado sea bisiesto y, por tanto, salte directamente al lunes. 
Concretando, los últimos años en que en diciembre hubo cinco lunes, cinco sábados y cinco domingos fueron 2007 y 2012: Lunes 3, 10, 17, 24 y 31; sábados 1, 8, 15, 22 y 29 y domingos 2, 9, 16, 23 y 30. Con una diferencia de 5 años entre ellos y dos bisiestos entre medio: 2008 y el propio 2012. 
El próximo año en que suceda esto mismo será 2018. Seis años después de 2012 y con un solo bisiesto entre medias, 2016. 
Así que lo de los 823 años no sé de dónde lo han sacado. 
Pero bueno, como compartir es bonito y no le hace mal a nadie, tampoco pasa nada malo porque hayas compartido esto. 
En todo caso, si pese a que no tiene rigor alguno, resultase que te viniera un montón de dinero el año que viene, espero al menos, que te dejes caer y me invites a una cerveza. 
Yo no lo voy a compartir en mi muro porque como he tardado más de once minutos en escribir todo esto, no cumplo las condiciones para que funcione si lo pongo.