Misión en Azania

"... sentía que un abismo lo separaba de toda esa gente. Sabía que ello no era debido a que fueran tan superficiales; sino a que la mayoría de la gente era como ellos y él no era como la mayoría."

Iain Finlay

Hay demasiada gente que es igual a otra que trata de ser distinta, porque la distición no es empresa fácil. De entada, nada que no sea una creación propia o expresa para la ocasión o el asunto propicia que una pueda resultar original.

Mas la origialidad no es una pose. Se es o no se es original, no se puede tratar serlo.

Pero no os voy a dar la fórmula; no sé qué eperábais de este texto al empezar a leerlo. Sólo pensad una cosa: si siguiéseis mis pautas no sólo no seríais originales y únicos, sino que conseguiríais que yo tampoco pudiera serlo.

En cualquier caso, tampoco he dicho yo que lo sea.

Abrazo de boxeador

Cuando la vida nos ofrece lo peor, cuando no obtenemos respuestas, cuando a cambio de todo obtenemos sufrimiento, cuando lo que parece sencillo ni se atisba en la lejanía, cuando las piezas son de otro puzle; el castigo injusto y severo no se apiada de nosotros. Tratamos de cubrirnos para parar los golpes que ya no podemos esquivar y en la desesperación nos abrazamos al rival y así, abrazándolo, conseguimos dejar de recibir.

Un abrazo, una paradoja. Dar afecto para evitar el dolor.


Un texto antiguo sobre una teoría más antigua aun. Volví al cuaderno verde a buscar ideas y encontré algunas cosas escritas en otro contexto que no es actual; que no se corresponden con mi realidad de hoy.

A lo Marlon Brando

Ceremonia de los Oscars de 1973, el señor Brando había sido premiado con la estatuilla por su papel de Vito Corleone en El Padrino de Francis Ford Coppola y no se presentó a recoger el galardón. En su lugar, subió al escenario una india -que luego resultó no ser tal- hablando sobre los derechos vilipendiados de los pieles rojas. Supongo que esa historia ya la conocíais...

Pues a día de hoy se vuelve a repetir. No son los Oscars, no es un premio de cine, ni el ganador se llama Marlon. Se supone que este tenía que ser el premio para el ganador del concurso del Ginger Ale, pero lo ha rechazado. Se supone también que me iba a mandar a una indie para darme las explicaciones pertinentes.

Sigo esperando.

Áccesit

El poco éxito de mi concurso refleja el escaso seguimiento que tiene mi blog -cosa que por otra parte me da igual, si no, ya hubiese ideado algún sistema de publicitarme- sólo ha habido un concursante y desde ese mensaje, muy pocas entradas para comentar los otros textos.

Como me imaginaba que pasaría, nadie ha acertado en la relación del título con el texto; estaría bien que leyese esto mi profesor de literatura de segundo de BUP, pero a estas alturas no me acuerdo ni de cómo se llama.

Sólo ha habido una respuesta, por lo que la consideraré como la más ingeniosa, así que se le otorgará el áccesit prometido; próximamente en sus pantallas.

Propósitos de año nuevo

Por estas fechas o quizá un poco antes, la gente suele hacer su lista de propósitos de año nuevo. Yo, a pesar de que haya titulado así este texto, no tengo la más mínima intención de hacer algó así. Principalmente porque no quiero cambiar.

No es conformismo, ni es que todo esté bien, pero creo que ya estoy en el camino. Tengo varios frentes abiertos en los que profundizar o asentarme y serán los que me lleven a donde quiero llegar.