Gusanos de seda (Y yo me pregunto...)

Casi seguro que todos, o al menos la mayoría, hemos criado alguna vez gusanos de seda, Y si no, algún hermano o alguien cercano. Unos animalitos que de alguna manera a todos nos resultan familiares; las hojas de morera, el mito de que se morian si comian lechuga, los capullos de seda amarilla-anaranjada tan característico color, las mariposas -más bien casi polillas- blanquecinas grisáceas tirando a cabezonas...

Algún amigo, compañero del colegio, alguien cercano como escribía antes, nos daba unos pocos gusanos, que metíamos en una caja de zapatos con la tapa agujereada y lo demás a partir de ahí ya lo sabéis.

Pero yo me pregunto: ¿Cuál era el orígen de los gusanos?¿Quién era el primer niño que iniciaba la cadena?

¿De dónde salen los gusanos de seda?

Lo que hay que sufrir por la mierda del amor

Y resulta que el bonometro que llevo no vale, así que un gesto señalándolo y luego a la taquilla, el volumen de voz subido más de lo normal y el guardia de seguridad convencido de que le ha dado la explicación conveniente a un extranjero.

En la taquilla, la cola que uno elige siempre es la más lenta y el cambiarse, es para peor. Se me caen diez céntimos y me encuentro diez euros. Todo eso en el tránsito del tren al metro.

Y por los pasillos se pueden oir esas grandes verdades de la vida que la gente piensa en voz alta.

Y yo me pregunto...

¿Por qué tiene sal el mar?