martes, julio 25, 2006

Conocer

Una de las cosas más gratificantes de la vida para mí es aprender. Hay muchas cosas que aprender. Y no sólo hablo de adquirir conocimientos, así que más que aprender, podría hablar de conocer.

Se pueden conocer cosas, lugares o gentes y en mi escala irían exactamente al revés de como los he enumerado. Conocer a una persona es una tarea infinita, siempre se puede encontrar una faceta nueva que llegue a sorprender. Así, me quedo en cualquier caso con la gente profunda y a los superficiales los dejaremos para salir de fiesta.

Es una experiencia magnífica descubrir que una persona que ya conocías esconde alguna afición oculta. Es que es muy fácil sacar a colación, por ejemplo, que te guste el fútbol, algún otro deporte o tal tipo de música. Y no voy a decir que sea mejor o no, pero sin querer resultar pedante -y no me importa si a alguien se lo parezco- prefiero otras.

Todavía no he conocido a nadie que de primeras te vaya diciendo que le gusta escribir, que pinta o que hace teatro y casi me atrevería a pensar que así es mejor. Precisamente porque entras en la aventura de ir averiguando esas cosas poco a poco, de ir profundizando en esa otra persona y a la larga creo que se consigue una unión -ignoro de qué naturaleza- más fuerte.


Estos pensamientos llevan mucho tiempo en mi cabeza, pero hay veces en que para sacarlos de su letargo les hace falta algún tipo de empujón. A veces simplemente vale con traducirlos a palabras para expresárselos a alguien y así uno los termina por ver más claros. Otras veces, se produce alguna situación que enciende la mecha.

Hoy, y eso ha sido lo que me ha llevado a escribir esto, me ha sucedido lo segundo. Me alegro de que haya gente con inquietudes más o menos escondidas por profundas; me alegro de que haya gente en la sombra esperando a ser descubierta y a dejarse conocer.

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Adiós Sevilla, hola Madrid

Este es el fundamento exacto de la técnica de cambiar de un lado a otro sin moverse del sitio.

Puede que nos hayan vendido, puede que haya sido oportunismo puro; en cualquier caso, enmedio estamos nosotros, más fuera o más dentro, pero con dudas e incertidumbre.

Y mientras tanto a esperar y a no mostrar las cartas hasta que no lo hagan los otros; quizá a mover algunos hilos como un titiritero.

No será mejor de lo que ha sido, pero podría no estar mal. O podría ser otra cosa por voluntad o no.


Nota del autor: Este texto fue originalmente escrito el 7 de julio. A día de hoy estoy avocado a ir a un lugar del que casi se podría decir que estuve huyendo, aunque temporalmente. Ironías de la vida.

domingo, julio 02, 2006

Dos de dos

Este que se acaba ha sido un fin de semana que podríamos calificar como eminentemente nupcial. Dos bodas en dos días -ni que decir tiene que ninguna de ellas la mía- dan para mucha juerga. Pero no hay juerga que cien años dure ni cuerpo que lo resista.

La del viernes mejor que la de anoche, no por nada, sino porque los músicos animaron más. Los de ayer prácticamente tocaron sólo canciones de pachangueo y los del viernes, además de seleccionar los temas con más gusto, dejaron a la gente participar.

Mientras haya gente dispuesta a hacer locuras, habrá más gente que se divierta.



¿Es este el mundo real o sólo es fantasía?

Farrokh Bommi Bulsara