Atentado a la nostalgia
Vuelven los ochenta, qué bien.
De todas las décadas en las que he vivido me parece la peor. Estéticamente fue horrible; pelos cardados, hombreras enormes, ropa muy amplia ¿recordáis las camisetas de manga corta con la costura del hombro casi en el codo? Musicalmente tampoco fue gran cosa para mi gusto. Para el que defienda la escena española de la movida, le contraatacaré dicéndole que eso era lo que se hacía en el resto de Europa la década anterior; como siempre aquí todo con retraso. Y en el panorama internacional imperaban Madonna, Phill Collins, Michael Jackson y Prince.
Lo que había entonces no es mejor a lo de ahora, aunque sí parece que quizá la gente fuese más auténtica que ahora, claro, que igual eso mismo lo dirían los anteriores de nosotros.
Al final lo que queda son los recuerdos de la infancia, que salvo casos que no debieron existir, para todos fue muy feliz, y evocar esos momentos siempre es placentero. Os podría invitar a revisionar series o dibujos animados de la época y seguramente se os caería el mito. Quizá mejor feliz e ignorante.
En definitiva, es un atentado a la nostalgia de las personas que de alguna manera echan de menos eso y les pueden hacer pagar por recordarlo.
De todas las décadas en las que he vivido me parece la peor. Estéticamente fue horrible; pelos cardados, hombreras enormes, ropa muy amplia ¿recordáis las camisetas de manga corta con la costura del hombro casi en el codo? Musicalmente tampoco fue gran cosa para mi gusto. Para el que defienda la escena española de la movida, le contraatacaré dicéndole que eso era lo que se hacía en el resto de Europa la década anterior; como siempre aquí todo con retraso. Y en el panorama internacional imperaban Madonna, Phill Collins, Michael Jackson y Prince.
Lo que había entonces no es mejor a lo de ahora, aunque sí parece que quizá la gente fuese más auténtica que ahora, claro, que igual eso mismo lo dirían los anteriores de nosotros.
Al final lo que queda son los recuerdos de la infancia, que salvo casos que no debieron existir, para todos fue muy feliz, y evocar esos momentos siempre es placentero. Os podría invitar a revisionar series o dibujos animados de la época y seguramente se os caería el mito. Quizá mejor feliz e ignorante.
En definitiva, es un atentado a la nostalgia de las personas que de alguna manera echan de menos eso y les pueden hacer pagar por recordarlo.
1 comentarios:
Nene que razón tienes, yo salvaría muy poquitas cosas... pero bueno, la nostalgia está para quien no disfruta del tiempo que le ha tocado vivir, y yo sinceramente, estoy encantada.
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