Diez usos sádicos para una antena de radio de coche

Cada coche sale del concesionario con su correspondiente antena para la radio y en principio no debería ser este objeto algo codiciado. Claro que como hay gilipollas que las pierden, necesitan de otras que no pueden ir y comprarlas, sino que se la roban al primer coche que ven con una que les sirva.

Aún más imbécil es aquél que la roba sólo por robar aun teniendo la suya, y a ése, y por qué no, al otro también, le dedico esta entrada del blog. Son diez sugerencias de usos que le puede dar a la antena que ha hurtado de mi vehículo. Que le aprovechen cada una de ellas.

1. Como flagelo o fusta.

No merece mucho comentario este uso. Sólo que te dejen la espalda bien marcada.

2. Extracción ocular.

Esto puedes hacerlo sin ayuda, aunque con amigos siempre es más divertido. Introduce la punta por el párpado de abajo y haz palanca tal y como indicó Arquímedes. Primero un ojo y luego el otro. Una vez los tengas fuera, no los pierdas, que igual luego los usamos para otra cosa.

3. Sonda rectal

Prueba a meterte la antena por todos los agujeros u oquedades de tu cuerpo. Empieza por el culo.

4. Cortocircuito.

Quita el remate de un extremo de la antena y el tornillo del otro, dobla conveninetemente la antena, y sujetándola con las dos manos, introduce cada punta por un agujero de un enchufe. ¿Saltará el diferencial o sentirás un cosquilleo estimulante?

5. Sonda uretral

Ésta me duele a mí nada más que de imaginármela. Sin la protección de la punta entrará mejor, aunque podrías intentarlo sin quitarla y luego probar a enroscar el tornillo. Intenta mear con la antena medita, le dará otra dimensión a la experiencia.

6. Monda uñas

Como supongo que serás una persona, ya no limpia, sino pulcra, le daremos más profundidad a este uso. No te quedes en el borde, mete la antena lo más adentro por debajo de la uña hasta hacerla saltar.

7. Lobotomía vía nasal

Procede como en la película Desafío Total; introduce la antena por uno de los agujeros de la nariz y empuja hacia arriba todo lo que puedas para sacarte la bola roja. Igual llegas hasta el cerebro -ígual tienes cerebro- te lobotomizas y te vuelves menos idiota; más dudo que se pueda.

8. De un lado al otro

Ante la duda de que si lees esto te de igual, te entre por un oído y te salga por el otro esto que escribo, haz eso mismo con la antena. Además, así tendremos otra prueba para concluir si tienes la cabeza vacía o no.

9. Incisión hipodérmica

A sabiendas de que la antena no es hueca y con ella no te podrías inyectar nada, te la podrías meter por las venas de los brazos -y por todas las demás que encuentres- a modo de aguja hipodérmica. Hasta podría ser que seas un yonqui y le tengas práctica.

10. Brocheta

Y ya definitivamente, con los ojos que te sacaste antes, los huevos -si es que tienes- y cualquier cosa que se te ocurra si te gusta la casquería, puedes hacerte una brocheta.


Espero que todo esto te cunda mucho y lo disfrutes enormemente. Yo ya compré una antena nueva; no seguí el juego de quitársela a otro o comprarte la que me has robado.