Los tres sombreros

Tres prisioneros son condenados a muerte, pero el verdugo, en un gesto de generosidad, les propone un juego por el cual tienen alguna posibilidad de salvar la vida.

Hay tres postes clavados en el suelo y una caja con cinco sombreros, dos son blancos y los otros tres negros.

Cada prisionero es atado a un poste colocados en fila, de manera que el primero ve a los otros dos, el segundo ve al que tiene delante y el tercero da la espalda a los otros y por tanto no ve a ninguno.

Una vez atados los prisioneros a los postes, le es colocado a cada uno un sombrero en la cabeza pero con el cuidado de que no pueda ver cuál es. Y entonces, por turnos empezando por el primero –que es el que ve a los otros dos- y siguiendo el orden de la fila, se le va preguntando a cada uno por el color de su sombrero.

Considerando que las reglas del juego estipulan que sólo se puede decir el color del sombrero propio –y nunca el de los demás- cuando se tenga la más absoluta certeza, no pudiéndose responder al azar; aquel que responda bien salvará la vida y el que dude será inminentemente ejecutado.

Si fueses uno de los prisioneros y te dejasen escoger en qué poste dejarte atar ¿Cuál de ellos elegirías y por qué?