viernes, mayo 12, 2006

El día de los partes amistosos

Firmar un parte amistoso es algo que aunque no es nada del otro mundo, no se hace todos los días. Y ayer (*) firmé dos; ahí lo extraordinario del asunto.

Para más coincidencias, los dos estaban motivados por situaciones parecidas y en ninguna de las dos tenía yo la culpa. La diferencia estaba en que en la primera, la iniciativa fue de un buen ciudadano que rozó su coche con el mío teniéndolo yo bien aparcado y en la segunda, todo el esfuerzo de resolverlo bien lo hice yo.

Hay que tomarse la vida de una forma decente, que para algo están los seguros. Simplemente con dejar un aviso y unas buenas intenciones se pueden llevar a buen término las cosas. Educación, caballerosidad, buen hacer, galantería y no salir corriendo y escabullirse pensando que no pasa nada cuando también se ha quedado dañado tu coche.


(*) Con ayer me refiero al lunes 11 de mayo del presente.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Mi padre siempre dejaba una tarjeta...bueno sólo recuerdo una vez, porque era muy buen conductor.

9:19 p. m.  

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