Goma 2

Este texto es el que se suponía que iba a escribir el día de las gomas. Lo que hay, iba a ser más corto, sólo era la introducción; pero creció hasta el punto de convertirse en lo que al final fue, y lo quise dejar así. Hoy voy a intentar poner en pie el original. Y lo de goma 2 no es por el explosivo... creo que ya no hace falta explicarlo.

De todos los sentimientos que existen, tanto de los buenos como de los malos quizá se podría prescindir de alguno. No necesariamente de los malos, porque a veces, aunque en pricipio no sean positivos, puede que nos resultasen de alguna manera beneficiosos o de modo contrario, que alguno positivo nos perjudicara.

¿No te has arrepentido nunca de haber sido condescendiente con alguien?¿No es a veces un poco repugnante compadecerse?¿No es necesario tener que odiar a alguien para volver a congraciarte contigo mismo e incluso con esa misma persona?(La catarsis del viernes de la semana pasada todavía sigue latente)

Los hay más obvios y algunos menos; cualquiera que lo piense podría descartar el sentimiento que encontrase menos útil. Y yo, por muchas vueltas que le doy no me decido por ninguno. No sé cuál eliminaría, pero sí sé el que de ninguna manera dejaría fuera: el miedo.