Naufragando
Nos caímos del barco y decidimos nadar juntos, para que si uno se cansaba, el otro le ayudase. Pero de repente y sin mediación de corriente alguna, nadábamos en direcciones opuestas. En ese momento pude haber virado y seguirte, pero algo me hizo continuar hacia donde me dirigía.
Y ahora lo pienso y me preocupo por ti. Yo he llegado a la isla en la que siempre termino, en la que me tumbo debajo de un techo de hojas de palma, cerca de la orilla y miro al horizonte por si aparece un barco, atento para correr tierra adentro y hacer desaparecer cualquier signo de que hay alguien allí. No sea que me quieran rescatar.
Y ahora lo pienso y me preocupo por ti. Yo he llegado a la isla en la que siempre termino, en la que me tumbo debajo de un techo de hojas de palma, cerca de la orilla y miro al horizonte por si aparece un barco, atento para correr tierra adentro y hacer desaparecer cualquier signo de que hay alguien allí. No sea que me quieran rescatar.
2 comentarios:
Ahora no quiero que me rescaten sabes?, total... si en el viaje de vuelta volveríamos a naufragar...
Cómo pasa el tiempo y cómo cambian las cosas. Cuatro años y pico después resulta que me dedico a fabricar barcos.
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